Si difícil era la empresa y las circunstancias con la que el GLORIOSO se presentaba en La Rosaleda, más difícil fue el discurrir de un partido que jamás se tuvo que perder y en donde el empate hubiera sido una raquítica recompensa.
Con una defensa en cuadro tirando de un canterano Caro (tras la infortunada lesión de Perquis) el conjunto verdiblanco aguantó y supo estar a la altura en un choque de necesitados y en donde supo tirar de orgullo y coraje para enmendar los regalos defensivos que supusieron los goles locales. Hasta que vinieron los errores ajenos tras el 2-2, como un clamoroso penalty sobre Vadillo que Undiano Mallenco no quiso ver (10 años lleva el Real Betis sin ganar un partido arbitrado por este personaje) o el del propio Molina delante del portero para poner los 3 puntos rumbo a Heliópolis.
Nueva derrota y de la forma más injusta, pero como ya sabemos el fútbol no entiende de justicias, quizás como todo la suerte o su antítesis, acompañan las dinámicas... y la de este año no deja de tener la misma tendencia... cámbienla pronto.
¡¡¡ ÁNIMO DAMIEN !!!
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